Cangas de Onís cuenta con monumentos de gran interés diseminados por todo el concejo y que han sido testigos del paso del tiempo y de la historia de España.
Uno de los monumentos más famosos de Asturias es el puente de Cangas de Onís, de origen medieval se asienta sobre los restos de uno romano. Su icónica silueta es el símbolo de Cangas de Onís. Todos los años miles de personan se fotografían delante de él, y hacen que este monumento nacional sea una de las imágenes más famosas. Del arco central del "Puentón", como lo concemos los cangueses, cuelga una representación de la Cruz de la Victoria.
EL templo cristiano más antiguo de España es la Capila de Santa Cruz, de pequeñas dimensiones se sitúa sobre un túmulo en el barrio de Contranquíl. En su interior alberga el Dolmen de Santa Cruz, monumento funerario datado en el 4000 A.C. La pequeña capilla fue mandada construir por el Rey Favila, hijo de Pelayo, para conmemorar la victoria en la Batalla de Covadonga.
Visitas: (diario del 23 de marzo al 31 de abril)
Mañanas: 10:30-11:30-12:30 y 13:30 horas
Tardes: 16:30-17:30 y 18:30 horas
Consultar en la Oficina de Turismo.
La Iglesia de Cangas de Onís preside el centro de la ciudad en la intersección de las calles más importantes, Mercado y Avda. de Covadonga, al lado de la zona del mercado. Su inconfundible silueta la hacen destacar en toda la ciudad. Levantada en 1963, en el solar que ocupaba la casa de Vazquez de Mella, es una magnífica construcción en un edificio de tres naves con una torre de 33 metros de alto y espadaña con campanario de tres niveles. En su interior alberga vidrieras de los franceses Maumejean y pinturas de Casimiro Baragaña. La iglesia de Cangas de Onís es obra del arquitecto Enrique Rodriguez Bustelo y la obras fueron sufragadas por el benefector cangues don José González Soto. Frente a la iglesia el jardín triangular, formado por la confluencia de las calles, está presidido por una escultura de tamaño natural del Rey Pelayo, primer Rey de España (como reza la inscripción de su base), obra del escultor Felix Alonso.
Conocido así por sus colores de la fachada, es la reconstrucción del original del siglo XVII. Una señorial casona palacio con blasonado en su fachada con la leyenda "Los Barelas y los Bermúdez, Ulloas y Villalobos, tan antiguos en Galicia como en Castilla los Godos / Por mi ley y por mi rey moriré". A los pies de la imponente torre hay un busto en recuerdo del político y escritor, natural de Cangas de Onís, Vázquez de Mella, obra de Gerardo Zaragoza. Los soportales de la construción albergan el importante mercado dominical de Cangas de Onís. En frente están los jardines de la Iglesia, con una escultura del Rey Pelayo, obra de Félix Alonso Arena.
Todo el municipio está plagado de fantásticas casonas familiares de gran importancia, como el Palacio de Soto cortés, en Labra. También hay destacables muestras de arquitectura indiana, casas señoriales construidas por emigrantes que hicieron fortuna en América. Buenos ejemplos son el Villa María y la casa de Sarmiento en la avenida de Castilla. En el paseo de Prestín, pasado el Puente Romano, hay una serie de ejemplos de estas significativas construcciones. Uno de los más destacados por su arquitectura e historia es el Palacio Cortés (foto), ubicado en la zona del mercado de la ciudad, es un edificio barroco de planta rectangular con capilla adosada con campanario, zaguán de entrada y aleros de madera con filigrana. Data del siglo XVI. La casa sirvió de residencia a la reina Isabel II la noche del 27 de agosto de 1858, durante la escala que realizó en su visita al santuario de Covadonga. También era habitual la presencia del ilustrado Jovellanos, que tenía vínculos familiares.
La iglesia de Santa Eulalia de Abamia se sitúa a 6 Km de Cangas de Onís, en el pueblo de Corao. Se atribuye su construcción al Rey Pelayo, en el siglo VII, y aquí fue enterrado junto a su esposa Gaudiosa, hasta que sus restos fueron trasladados a la cueva de Covadonga por mandato del Rey Alfonso X. La construcción, de estilo románico, alberga en su interior importantes pinturas barrocas que representan las gestas de Pelayo, y tiene un retablo de la época de Carlos III.
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